Subir
la preciosa montaña del Ávila me ha enseñado que para llegar a la cumbre y
disfrutar de la satisfacción de tener un pedazo de mundo a tus pies, del
hermoso regalo a tus ojos y del aire puro que atraviesa tus fosas nasales
requiere un extra esfuerzo de nuestra parte pero sin duda alguna la recompensa
te espera en la cima.
Pienso que la
vida es una montaña. Nuestros sueños, metas,
objetivos y anhelos se encuentran en la cima y solo nosotros tenemos el poder
de decidir si queremos asumir la aventura de escalar hacia ellos o no. Al estar en la base de la montaña y mirar
hacia ese punto alto que a simple vista es intimidante e inalcanzable tendemos
a pensar que no somos capaces de llegar.
La vida no es
color rosa. Cuando dispongas emprender
la travesía de ir hasta la cima todo se
vera muy grande para ti, lejano e inaccesible. Te encontraras con un camino
rocoso, inclinado, inestable, obstruido y en medio de la nada. Las desilusiones
no tardaran en llegar y en medio del agotamiento
pensaras en devolverte. Creerás que te
engañaste a ti mismo por pensar que podías
lograrlo y el pesimismo se apoderara de ti. Al principio superaras estos impedimentos
con el mayor entusiasmo pero al ver que son constantes dudaras acerca de haber
tomado la decisión de ascender y en este
momento es donde tu único apoyo
serás tu mismo, pensaras en lo que te motiva y por supuesto lo que te espera
allá arriba. Seguirás avanzando y los
obstáculos simplemente serán un impulso a tu autoestima porque te darás cuenta
que si tienes el dominio y sobretodo la fuerza para seguir caminando.
En el
recorrido algunas personas se
adelantaran, muchas se quedaran atrás y otras se devolverán, en este
punto te sentirás valiente por formar parte de ese grupo que sigue avanzando y
por la experiencia del terreno recorrido los inconvenientes del camino serán
más fáciles de atravesar. Quizás caigas varias veces, te dobles un pie o tus
piernas no den para más pero ya has avanzado mucho para devolverte así que la
única opción es seguir subiendo.
Tu objetivo se
mira más cerca y en este momento empiezas a disfrutar del hermoso sendero que
estas atravesando. Por la emoción quieres correr para llegar mas rápido pero
tus piernas no responderán por lo tanto mantienes tu ritmo. Avanzas, avanzas y
sigues avanzando y por alguna razón la cumbre se ve en el mismo lugar por lo
que te enfocas otra vez en la ruta.
Sin darte cuenta
tienes a pocos pasos la meta y esta vez no quisieras correr sino volar para
llegar allí. Resulta que estos últimos metros son más complicados de lo que
pensabas, tus piernas temblaran por el cansancio, ya tu respiración es dificultosa,
la inclinación del terreno es peor que al principio, una tormenta cae sobre ti
y el frio se hace insoportable pero ya
hueles el chocolate caliente que te espera en la cima.
Ten la
determinación de ir por lo que quieres, porque si tu no lo haces nadie lo hará
por ti. Se trata de tus aspiraciones y de aquello que quieres alcanzar, por muy
intimidante que parezca aquello que quieres lograr pues déjame recordarte que
nada es muy grande para ti, porque simplemente tienes la capacidad y el poder
de hacer cualquier cosa que te propongas. Quita de tu vida las barreras
mentales, siempre ten presente que eres apto, competente, entendido y que
puedes comerte al mundo con aquello que te caracteriza que solo tú tienes. Que
nada te detenga en tu camino hacia LA CIMA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario